Siguiendo unas pautas dietéticas determinadas, muchas mujeres que
sufren endometriosis han conseguido una notable mejoría del dolor y de
los otros síntomas de su enfermedad, así como incrementar
su fertilidad. Incluso hay mujeres que solamente mediante una
modificación de su dieta han conseguído controlar su endometriosis hasta
el punto de no necesitar tomar hormonas ni analgésicos para
poder vivir sin dolor. Claro está que esto no es posible en todos
los casos y que la dieta tampoco constituye un remedio milagroso contra
la endometriosis, pero sí que puede ayudar mucho. Además
una dieta equilibrada, independientemente de su efecto sobre la
endometriosis en sí, mejorará el funcionamiento de tu sistema inmune, tu
estado de salud en general, y te hará sentir mejor y con
más energía. Y ya "solo" con esto tendrás más fuerzas disponibles
para luchar contra la endometriosis.
¿En qué se basa la "dieta anti-endometriosis"?
Aunque la endometriosis no es ninguna intolerancia alimentaria ni
una enfermedad originada en el sistema digestivo parece responder a
ciertas sustancias contenidas en los alimentos, sobre todo a
aquellas que pueden ejercer alguna influencia sobre nuestro sistema
hormonal.
Los implantes de endometriosis, al estar constituidos por mucosa
uterina que responde con proliferación celular a las hormonas
estrógenos, también son sensibles a estas hormonas. Los estrógenos
inducen el crecimiento de los implantes de endometriosis, por lo
tanto para combatir la endometriosis nos interesa reducir la cantidad de estrógenos que haya en nuestro
organismo. Los estrógenos se sintetizan, entre otros, en el tejido graso. Por tanto no conviene tener un exceso de grasa en nuestro cuerpo, lo que significa que si
sufrimos obesidad deberíamos intentar perder peso. Por el otro lado también hay alimentos que contienen estrógenos o que promueven la formación de estrógenos
en nuestro
organismo, que evidentemente deberíamos evitar si sufrimos
endometriosis, y otros que por lo contrario pueden ayudar a regular
nuestros niveles de esta hormona.
Los cólicos menstruales dolorosos típicos de la
endometriosis se deben en gran parte a la acción de unos mediadores
químicos producidos en nuestro organismo, llamados prostaglandinas de
serie 2, que provocan contracción de la musculatura del
útero así como inflamación. Además existen las prostaglandinas de serie 1
y de serie 3, con efectos justamente contrarios: son
antiinflamatorios. Todas las prostaglandinas son lípidos (grasas)
que el cuerpo produce a partir de otros ácidos grasos procedentes de
nuestra dieta. Podemos combatir el dolor reduciendo la
formación de prostaglandinas "malas" (de serie 2) en nuestro
organismo. Por cierto, esto es justamente la forma de actuar de los
medicamentos analgésicos del grupo de los antiinflamatorios no
esteroideos (AINEs) que frecuentemente se recetan contra el dolor
derivado de la endometriosis. Pero también podemos influir sobre
las prostaglandinas que se producen en nuestro cuerpo si
evitamos los alimentos que contienen ácidos grasos que puedan servir
de "ladrillos" para la producción de las prostaglandinas de serie 2 "malas" y a la vez incrementamos el consumo de
alimentos que contienen precursores de las prostaglandinas "buenas" de serie 1 y 3. (Más información sobre ácidos grasos
y prostaglandinas aquí)
En resumen, la dieta contra la endometriosis se basa fundamentalmente en tres pilares:
- Evitar alimentos que contienen precursores de las prostaglandinas "malas" (las de serie 2) y tomar alimentos con precursores de las prostaglandinas "buenas" (de serie 1 y 3) para incrementar su producción.
- Evitar alimentos que contengan estrógenos o que induzcan la formación de las mismas y tomar alimentos que ayuden a regular nuestros niveles de estrógenos
- Seguir una dieta saludable y equilibrada que mejora nuestro estado de salud en general y nos ayude a combatir o evitar la obesidad
Alimentos beneficiosos
> ALIMENTOS PARA EQUILIBRAR NUESTROS NIVELES DE ESTRÓGENOS
Alimentos ricos en fibra
La fibra puede ayudar a disminuir los niveles de estrógenos, al
facilitar la excreción de las mismas. Además tiene otros efectos
beneficiosos como regular el tránsito intestinal y puede ayudar a
aliviar los problemas con la digestión que sufren muchas mujeres con
endometriosis. Buenas fuentes de fibra son:
- Arroz integral
- Cereales integrales (pero, como veremos más adelante, conviene evitar un exceso de trigo)
- Judías o frijoles, otros legumbres como las lentejas y los guisantes
- Pan integral, especialmente hecho con harina de centeno
- Salvado de centeno, de arroz o de avena (evitar el de trigo)
Alimentos que contienen fitoestrógenos
Los fitoestrógenos son sustancias parecidas a los estrógenos, pero
propios de los vegetales. Son capaces de unirse a nuestros receptores de
estrógenos (los sitios dentro de la célula donde se
unen los estrógenos para desencadenar sus efectos), pero como son un
poco diferentes a los estrógenos animales, los receptores no responden a
ellos como lo harían ante los estrógenos propios, o
por regla general la respuesta es mucho mas débil. Por tanto, los
fitoestrógenos mantienen "ocupados" nuestros receptores y así evitan que
los estrógenos producidos en nuestro cuerpo (cuyos
efectos no nos convienen en el caso de la endometriosis) puedan
actuar.
De todas formas, en cuanto a este tema todavía hay aspectos que no
están muy claros, y consultado diferentes fuentes de información una se
puede encontrar con afirmaciones contradictorias. Así,
hay estudios que indican que un consumo excesivo de fitoestrógenos
puede tener efectos perjudiciales. De todas formas, es casi imposible
alcanzar niveles perjudiciales de fitoestrógenos mediante
el consumo de alimentos que los contengan en el marco de una dieta
equilibrada. Lo que sí que no se recomienda
como parte de la dieta anti-endometriosis es el consumo de
complementos dietéticos que contengan fitoestrógenos aislados, como
por ejemplo cápsulas de isoflavonas de soja. Pero el consumo regular de
alimentos que de forma natural contienen fitoestrógenos
puede ayudar a regular nuestros niveles hormonales y resultar muy
beneficioso. Estos alimentos incluyen:
- Ajo
- Apio
- Arroz integral
- Avellanas
- Avena
- Bayas, especialmente las grosellas
- Ciruelas
- Coles: col, coliflor, brócoli, nabo, etc. Éstos además son capaces de favorecer la excreción de estrógenos propios.
- Hinojo
- Legumbres, especialmente las lentejas, las judías y los garbanzos
- Manzanas
- Nuez de coco
- Ñame
- Remolacha
- Semillas de lino (linaza) y de sésamo
- Soja, productos de soja*
- Té de lapacho
- Zanahorias
* aunque la soja contiene grandes cantidades de fitoestrógenos
normalmente se recomienda precaución en su uso en la dieta
anti-endometriosis, precisamente por estas concentraciones tan altas de
fitoestrógenos, que pueden resultar excesivas. En vez de bloquear la
acción de los estrógenos propios entonces pueden actuar ellos mismos
como tal. Además, algunos estudios indican una relación
entre el consumo de grandes cantidades de productos de soja e
infertilidad, y lo atribuyen a un fitoestrógeno denominado genisteina
presente en la soja. Por tanto, sobre todo si intentas quedarte
embarazada, mejor prescindir de la soja en la dieta
anti-endometriosis.
Alimentos que favorezcan la flora intestinal
Las bacterias beneficiosas que viven en nuestro intestino ejercen
muchas funciones importantes. Una de ellas es que actúan sobre los
alimentos que contienen fitoestrógenos, cambiando un poco su
estructura de forma que la absorción intestinal de estas sustancias
sea posible. Por ende con una flora intestinal que no se encuentra en
equilibrio no podremos aprovechar los fitoestrógenos que
tomamos con los alimentos. Además, ciertas bacterias presentes en la
flora intestinal (los bifidobacterias) pueden facilitar la excreción de
estrógenos propios inhibiendo un proceso por el cual
se vuelven a absorber y reutilizar. Por tanto, nos interesa promover
el crecimiento de estas bacterias en nuestro intestino. Para hacerlo,
podemos tomar alimentos que los contengan, como el yogur
natural. Además, conviene evitar un exceso de azúcar en la dieta, ya
que este promueve el crecimiento de otros componentes de la flora
intestinal como son las levaduras tipo Candida, que
compiten con los bifidobacterias pero carecen de sus efectos
beneficiosos. Alimentos que contienen bacterias potencialmente
beneficiosas para nuestra flora intestinal son:
- Kéfir
- Kombucha
- Yogur. Existen yogures específicamente comercializados como probióticos (tipo Actimel®), pero en realidad cualquier yogur no pasteurizado contiene bacterias capaces de actuar como probióticos. Mejor recurrir al yogur natural, ya que el de sabores contiene mucho azúcar.
- Chucrut (repollo fermentado) elaborado de forma tradicional (no pasteurizado)
> ALIMENTOS PARA FAVORECER LA FORMACIÓN DE PROSTGLANDINAS "BUENAS"
Alimentos que contengan ácidos grasos omega-3
Éstos ácidos grasos sirven de "ladrillos" para la producción de
prostaglandinas de serie 3, con acción anti-inflamatoria, y a la vez
inhiben la producción de prostaglandinas de serie 2,
responsables del dolor, la inflamación y los calambres. Para una
explicación más detallada de este proceso y sus implicaciones dietéticas
véase el metabolismo de los ácidos grasos.
Existen tres ácidos grasos omega-3 principales, que son el ácido
graso eicosapentaenoico (EPA), el ácido graso alfa linolénico (ALA) y el
ácido graso docosahexaenoico (DHA). Deberíamos intentar
incluir los tres en nuestra dieta. Alimentos que los contienen son:
- ALA: aceite de lino, aceite de colza, aceite de nuez. Estos aceites se vuelven rancios muy rápidamente (el de lino adquiere entonces un sabor amargo), perdiendo así sus beneficios para la salud y su sabor. Para evitarlo, conviene comprarlos en envases pequeños para gastarlos más rápidamente y conservarlos al abrigo de la luz en la nevera.
- DHA y EPA: pescado marino graso, especialmente salmón, anchoas, arenques, sardinas, bacalao, caballa y atún blanco. Mejor que no proceda de acuicultura, ya que los peces obtienen los ácidos grasos omega-3 a partir de su dieta constituida por algas y pequeños crustáceos (o por peces que se alimentan de éstos), y los peces criados en piscifactorías se alimentan con piensos formulados mas pobres en grasas omega-3.
Alimentos a evitar
Al igual que alimentos con acción equilibrante sobre el sistema
hormonal y con acción anti-inflamatoria, también existen una serie de
alimentos que, por distintos mecanismos, son capaces de
promover las reacciones inflamatorias en el organismo y que por
tanto conviene en medida de lo posible evitar en la dieta
anti-endometriosis. Estos son por una parte los alimentos que contienen
ácidos grasos que pueden servir de "ladrillos" para la producción de
las prostaglandinas "malas" de serie 2 (véase metabolismo de los ácidos grasos), pero también otros que son capaces de inducir inflamación por otros mecanismos.
Alimentos que contienen ácidos grasos precursores de las prostaglandinas "malas"
Son aquellos que contienen ácido araquidónico y ácido linoleico. Son
esencialmente las grasas de origen animal, así como el aceite de
girasol y de maíz. Su contenido es alto en:
- Aceite de girasol y de maíz, alimentos preparados con ellos (incluyendo los fritos y la mayoría de los platos precocinados)
- Atún rojo
- Carne, especialmente las carnes rojas (porcino, vacuno, caza, caballo, cordero)
- Leche entera, leche condensada
- Manteca de cerdo
- Mantequilla
- Nata
- Productos cárnicos, especialmente los ricos en grasa como embutidos
- Queso (exceptuando el queso fresco tipo quark)
- Vísceras, especialmente hígado
- Yema de huevo
La carne y los lácteos también contienen estrógenos propios del
animal del cual provienen. Estos estrógenos son similares a los nuestros
propios. Como en el caso de la dieta anti-endometriosis
interesa evitar los estrógenos, son una razón más para prescindir en
medida de lo posible tanto de la carne como de los lácteos.
Alimentos que contienen grandes cantidades de azúcar y otros hidratos de carbono refinados
El azúcar promueve las reacciones inflamatorias, por tanto, es
conveniente reducir su consumo en la dieta anti-endometriosis, sobre
todo el de los azúcares refinados (azúcar blanco). La
razón está en que el consumo de azúcar genera la secreción de
insulina (la hormona encargada de introducir el azúcar en las células), y
la insulina a la vez promueve la formación de
prostaglandinas de tipo 2.
Ten
en cuenta que no solo está el azúcar en sí que quizás añadas a algún
plato que prepares y los dulces, sino que hay muchísimos productos
que contienen grandes cantidades de azúcar sin que a primera vista lo
parezca. Ejemplos serían los yogures con frutas o
sabor, zumos de fruta, limonadas y bebidas de cola, batidos, ketchup, cereales de desayuno, frutas en almíbar... fíjate en los ingredientes. El azúcar no siempre se declara
como tal, sino que puede aparecer en la lista de ingredientes bajo nombres que tan poco hacen pensar en azúcar como sacarosa, dextrosa, fructosa, jarabe de glucosa, de fructosa o de maltosa, jarabe de maíz o maltodextrosa.
Además
del azúcar están los otros hidratos de carbono refinados, que
también promueven la secreción de insulina y además su valor
nutritivo es prácticamente nulo. Son los productos de panadería hechos
con harina blanca: pan blanco, pan de molde, pasta
blanca, galletas, bollería, repostería, rebozados, etc.
Alimentos que contienen cafeína
La cafeína aumenta los niveles de insulina en sangre (lo que a la
vez promueve las reacciones inflamatorias) y además aumenta los niveles
de estrógenos inhibiendo a la vez su metabolización en el
hígado. Alimentos que contienen cafeína, aparte del café (aunque en menor cantidad), son el té negro y el té verde así como las bebidas de cola y las
bebidas energéticas.
Alimentos que contienen trigo
No
se sabe muy bien por qué, pero parece que muchas mujeres con
endometriosis reaccionan de forma adversa a alimentos que contienen
trigo, y eliminándolos de su dieta consiguen una notable mejoría de sus
síntomas.
El
trigo que se cultiva actualmente ya no tiene mucho que ver con los
cereales silvestres a partir de los cuales se originó (que vienen a ser
el farro y el trigo escaña, hoy en día
practicamente olvidados debedo a su baja productividad), sino que se
trata de una planta cuya genética ha sido intensamente modificada a lo
largo de su proceso de crianza. Así, el trigo moderno
es mucho más productivo y resistente a diferentes condiciones
ambientales y plagas que los cereales tradicionales, pero en su proceso
de “mejora” genética también han cambiado sus propiedades
bioquímicas y nutritivas. El trigo ahora, aparte de presentar índice
glucémico (capacidad de aumentar el azúcar en sangre, y por ende, la
insulina) bastante alto, contiene diferentes sustancias a
las que se les atribuye una accion pro-inflamatoria. Uno de los
culpables podría ser el ácido fítico, aunque éste se encuentra también
en otros alimentos que generalmente se toleran bien. Otra
explicación podría ser el gluten, una proteína presente en grandes
cantidades en el trigo. La intolerancia hereditaria al gluten se
denomina celiaquía o enfermedad celiaca y causa una inflamación
intestinal crónica, y según algunos estudios parece haber una
relación entre enfermedad celiaca y endometriosis. Así, la incidencia de celiaquía es mayor entre las mujeres con
endometriosis que entre la población en general, y viceversa (véase risk of endometriosis in 11 000 women with celiac disease,
enlace externo, en inglés). Esto no implica que todas la mujeres con
endometriosis tengan también celiaquía ni mucho menos, pero puede
haber algún tipo de relación entre los mecanismos genéticos o
inmunológicos que causan ambas enfermedades. Aparte, un estudio dio
como resultado que una dieta libre de gluten podía aliviar el dolor
en algunas mujeres con endometriosis (véase Gluten-free diet: a new strategy for management of painful endometriosis related symtoms?, enlace externo, en inglés).
Sea cual sea la causa, la experiencia de muchas mujeres ha demostrado que
conviene evitar o al menos reducir el trigo en la dieta anti-endometriosis. Esto a primera vista puede parecer difícil, ya que la harina más empleada en los panes y
productos de repostería así como en la pasta y
diversos otros productos sigue siendo la de trigo, pero existen algunos
productos (sobre todo integrales) hechos con harina de
centeno, de espelta o de maíz o incluso con harinas más exóticas
como harina de yuca, de arroz, de amaranto, quínoa o alforfón. La harina
de trigo también se utiliza como ingrediente en multitud
de alimentos procesados, como pueden ser los rebozados y empanados. Siempre es cuestión de leer la etiqueta.
Evitar el gluten
en general ya es más complicado, ya que no solo esta presente en el
trigo, sino en la mayoría de los cereales y en una gran variedad de
productos
manufacturados que contienen ingredientes derivados de ellos, como
son las féculas o almidones contenidas en salsas, postres, frutos secos,
embutidos... Existe una gran variedad de productos para
celiacos en el mercado, pero hay que tener en cuenta que con
frecuencia sustituyen el gluten por otros ingredientes que tampoco nos
interesan en el caso de la dieta anti-endometriosis, como
pueden ser la proteina de soja o una mayor proporción de azúcares o
grasas. Por regla general, una dieta estríctamente libre de gluten solo
se recomienda para personas a las que efectivamente se
les haya diagnosticado la enfermedad celiaca.
Alimentos que contienen histamina o que promueven la liberación de la misma
La histamina es una sustancia producida en nuestro organismo que
ejerce funciones muy diversas. Tiene un importante papel en el sistema
inmune, pero también está involucrada en las reacciones
alérgicas. El útero posee receptores de histamina, es decir,
responde ante concentraciones elevadas de histamina con contracciones,
que sentimos como calambres. Además la histamina aumenta la
síntesis de estrógenos y disminuye la de progestágenos, lo cual
contribuye al imbalance hormonal propio de la endometriosis. Disminuir
la cantidad de histamina producida y liberada en nuestro
cuerpo no es fácil, pero hay ciertos alimentos que contienen
histamina, y evitándolos algunas mujeres con endometriosis consiguen una
notable mejoría de sus síntomas.
Alimentos que contienen cantidades elevadas de histamina son:
- Bebidas alcohólicas, especialmente vino tinto, champán, sidra, ron, cerveza
- Berenjenas
- Jamón serrano
- Marisco
- Mostaza
- Pepinillos, otras verduras encurtidas
- Pescado ahumado, pescado seco, boquerones en vinagre, atún. El pescado fresco no contiene histamina, pero en cuanto pierde el frescor o se somete a cualquier procedimiento para conservarlo (como ahumado, secado, salazón...) alcanza rápidamente altas concentraciones de histamina.
- Queso curado (cuanto más curado, más histamina contiene), queso tipo roquefort
- Salami, embutidos en general
- Té negro
- Tomates
- Vinagre balsámico, vinagre de vino
Alcohol
Las bebidas alcohólicas pueden ejercer varios efectos negativos: el
alcohol aumenta las concentraciones de estrógenos en el organismo,
promueve la liberación de histamina en nuestro cuerpo y
además inhibe su excreción (y la histamina, a su vez da lugar a
contracciones uterinas), y afecta negativamente al sistema inmune.
También consume vitaminas del grupo B, que son esenciales para
la metabolización de los estrógenos. Este proceso ocurre sobre todo
en el hígado, un órgano sobre el que el consumo regular de alcohol
también tiene un efecto negativo. Además hay estudios que
relacionan el consumo de alcohol con una fertilidad baja, e incluso
directamente con un riesgo más elevado de desarollar endometriosis
(véase a metaanalisis on alcohol consumption and risk of endometriosis, enlace externo, en inglés). Por tanto, hay muchas
razones por las que las mujeres con endometriosis deberían intentar prescindir completamente del alcohol o al menos limitar estríctamente su consumo.
Consejos prácticos - la dieta anti-endometriosis simplificada
Cada paciente de endometriosis reacciona de forma distinta a los
cambios dietéticos. Muchas notan una gran mejoría, otras no tanto. No
todos los alimentos causan el mismo efecto en todas las
mujeres. Así, hay mujeres en los que por ejemplo el trigo
desencadena ataques de dolor, mientras que otras lo pueden consumir sin
problemas. Se trata de ir probando, ir introduciendo cambios
dietéticos paulatinos, y conservando aquellos que notemos que nos
hacen bien. La endometriosis no es ninguna intolerancia alimentaria, y
no es vital seguir una dieta determinada a rajatabla. Se
trata de encontrar el balance entre bienestar personal y la renuncia
a ciertos alimentos para así lograr la mejor calidad de vida posible.
Recuerda también que los cambios y suplementos
dietéticos no funcionan de una día para el otro, hay que darles
tiempo.
A continuación puedes encontrar una serie de consejos prácticos para
que te resulte más fácil seguir las recomendaciones dietéticas para
pacientes de endometriosis. Prueba, ¡verás que no es tan
difícil!
- Intenta comer al menos tres porciones de verduras, dos de fruta y una de legumbres o cereales integrales al día (una porción equivale a lo que te cabe en una mano). Así tomarás suficiente fibra y obtendrás todos los nutrientes necesarios.
- Evita los platos preparados y los productos precocinados. Contienen grasas de baja calidad, y su valor nutritivo en cuanto a vitaminas, minerales y otras sustancias valiosas es pobre.
- Acostúmbrate a leer las etiquetas al comprar alimentos. Muchos esconden ingredientes que no esperamos que contengan y que queremos evitar, como pueden ser las grasas indeseables (aceite de girasol o de maíz, tras el ingrediente “grasa vegetal” no se suelen esconder grasas de alta calidad) o grandes cantidades de azúcar (declarado frecuentemente como sacarosa, dextrosa, fructosa, jarabe de glucosa, de fructosa o de maltosa, jarabe de maíz o maltodextrosa).
- Lo ideal sería seguir una dieta vegetariana (con el pescado marino como excepción). Si no quieres o puedes prescindir de la carne, elige las carnes de ave y al menos evita la carne de cerdo y las carnes rojas. En vez de embutidos o el jamón de cerdo prueba con el jamón de pavo magro.
- Intenta comer pescado marino graso (arenque, salmón, sardinas...) al menos una, mejor dos veces por semana. Si no te gusta el pescado o por otra razón no te fuera posible, considera tomar un suplemento alimenticio con ácidos grasos omega-3. Para este propósito existen cápsulas con aceite de salmón, también existen alternativas de origen vegetal e incluso alimentos enriquecidos con estos ácidos grasos.
- Elige con especial cuidado los aceites y grasas que consumes:
- Utiliza el aceite de oliva refinado en vez de otros aceites (como el de girasol o el de maíz) para freír y cocinar. El aceite de oliva refinado, a diferencia del aceite virgen, se puede calentar sin problemas.
- Para aderezar ensaladas, usa aceites de alta calidad ricos en ácidos grasos omega-3, preferiblemente el aceite de lino. También puedes utilizar aceite de oliva virgen, pero no exclusivamente, ya que apenas contiene el ácido graso omega-3 denominado ALA.
- Usa margarina o mantequilla con mucha moderación. Mejor apuesta por los aceites vegetales de alta calidad (oliva, lino...) como fuentes de grasa.
- Evita los productos manufacturados ricos en grasas escondidas (que suelen ser grasas de mala calidad) como cremas untables de chocolate, patatas fritas y otros “snacks” salados, productos de repostería, productos con hojaldre, salsas y mayonesa.
-
Intenta reducir el consumo de lácteos a una cantidad no superior a una o dos porciones diarias(una
porción equivaldría a un vaso de leche, un pan con queso, un yogur...) y
elige productos bajo en grasa: leche desengrasada en vez de
leche entera, queso fresco tipo quark o queso de Burgos en vez de queso
curado/queso graso, yogur desnatado en vez de yogur
cremoso...
- Las "leches vegetales" como la leche de avena, de arroz o de almendras pueden servir para sustituir la leche de vaca en muchas ocasiones. Eso si, la de soja mejor evitarla en la dieta anti-endometriosis.
- Cuando utilices huevos en la preparación de algún plato, intenta usar solo la clara (suele ser la parte necesaria para dar consistencia y volumen) o utiliza solo un poco de la yema para dar sabor y deshecha el resto.
- Elige productos integrales: pan integral para sustituir al pan blanco, arroz integral en vez de arroz blanco, pasta integral en vez de pasta blanca, muesli hecho con cereales integrales en vez de cereales de desayuno tipo corn flakes...
- Prueba alternativas al trigo. Especialmente la harina de espelta puede sustituir a la de trigo en la mayoría de las recetas, y muchas de las grandes cadenas de supermercados ya la tienen en su surtido.
- Para desayunar, prueba con el muesli. Esto si, elige un producto sin copos de trigo y sin azúcar añadido. Puedes añadirle trozos de fruta, una cucharada de salvado de avena (este incluso tiene un sabor ligeramente dulce) y un poco de linaza, unas cucharadas de yogur natural y zumo de frutas sin azúcar. Y ya tienes listo un desayuno sano que te aporta mucha fibra, probióticos, y vitaminas. Además está delicioso.
- Si no puedes vivir sin café, prueba con el descafeinado, o con los sucedáneos del café como el de achicoria.
- Para reducir el consumo de azúcar refinado, primero reduce los dulces:
- Si te apetece algo dulce o para picar entre horas mejor elige frutas, frutas pasas y nueces.
- Si no puedes prescindir del chocolate, puedes probar con el chocolate amargo con alto contenido en cacao y menos azúcar.
- En vez de yogur saborizado, con frutas y/o con azúcar elige yogur natural bajo en grasa y añade trozos de fruta. Incluso añadiendo un poco de azúcar, esta variante aún contendrá menos azúcar que el producto de supermercado!
- Evita las bebidas muy dulces, como las limonadas, bebidas de cola, otros refrescos o zumos de fruta azucarados. Mejor apuesta por el agua sin o con gas, las infusiones, o los zumos exprimidos sin azúcar añadido rebajados a partes iguales con agua.
- Para endulzar tus platos en vez de azúcar blanco elige azúcar moreno, jarabe de arroz, miel, melaza de caña, sirope de ágave o de arce. Pero utilízalos también con moderación, aunque ofrezcan más beneficios nutricionales que el azúcar blanco su principal componente sigue siendo la glucosa y/o la fructosa y por tanto siguen teniendo cierta acción pro-inflamatoria igual que el azúcar blanco. Endulzantes que no tienen esta propiedad son los edulcorantes artificiales (sacarina, aspartamo, ciclamato...), pero también existe cierta controversia sobre si su consumo habitual podría tener efectos negativos sobre la salud. Una posible alternativa puede ser el edulcorante natural estevia.
Fuente: http://infoendometriosis.jimdo.com/